El riesgo cardiovascular y su intrigante vínculo con nuestros hábitos y emociones
La salud de nuestro corazón se teje intrínsecamente con el bienestar emocional y mental, no limitándose únicamente a los factores físicos. Una gestión efectiva de la salud cardiovascular debe incluir un enfoque holístico que reconozca y trate los aspectos emocionales y psicológicos, tales como el estrés, la ansiedad y la depresión, con la misma prioridad que los factores de riesgo tradicionales como la hipertensión y el colesterol.